SEGMENTO
2A
Tras
una noche de poco sueño y mucho pensar en la escena del crimen llego
a la oficina dispuesto a trabajar para resolver el caso lo antes
posible. A pesar de los comentarios de los compañeros, que piensan
que se marcará como suicidio, mi objetivo es poder desarrollar
verdadero trabajo policial para saber qué ha sucedido realmente
antes de darle una etiqueta cualquiera para cerrar el expediente.
Mi
primera gestión es la de dirigirme a la morgue para tener un informe
completo de la autopsia. Allí me encuentro con el médico forense
que me pone rápidamente al día.
-Buenos
días- comienzo. –Soy el detective Morales del distrito Este.
-Buenos
días- contesta. –Supongo que quiere la versión rápida.
-¿La
versión rápida?- pregunto sin saber a qué se refiere.
-¿Es
nuevo en el departamento?- me pregunta.
-No,
llevo varios años. Es cierto que es mi primer caso.
-Entonces
le cuento la versión rápida, al fin y al cabo es lo que siempre me
piden. Verá, hay señales de un golpe violento en el torax. Se
descarta la caída desde lo alto. El golpe se lo puede haber
provocado el mismo. Ahí lo tiene.
-¿Eso
es todo?-pregunto incrédulo.
-¿Quiere
la versión completa?
-Por
favor
-De
acuerdo, para mí es lo mismo, pero es el primero que quiere saber
más de lo necesario. El fallecido no tiene señales de muerte por
caída, el único golpe registrado en el cuerpo es en la zona del
tórax. Podría ser que se haya golpeado con algo o que le han
golpeado, no es posible saberlo a ciencia cierta. Lo que es evidente
es que tuvo que tratarse de un objeto pequeño, quizá un martillo.
El sujeto debió fallecer dos horas antes de la hora que registró
como su llegada a la escena. En el estómago no he encontrado nada
extraño; venenos o productos químicos que pudiesen haber acabado
con su vida, su última comida fue muy ligera unas seis horas antes
de la muerte.
-Gracias-
le digo. –Por lo que me cuenta lo más probable es que el hombre
haya sido asesinado por alguien. ¿Tenía algún resto de fibras,
pelo o Adn de otra persona?
-No-
responde categóricamente. –Si alguien ha acabado con su vida ha
sido de forma muy rápida sin darle tiempo a la victima a reaccionar.
Probablemente un único golpe haya acabado con su vida.
-Muchas
gracias por la información- le digo
-Es
mi trabajo, lo extraño es que alguien se interese tanto por resolver
un caso en su departamento.
Con
este último comentario abandono la morgue con información
importante, pero que no esclarece nada. Si la victima llevaba dos
horas muerto y ningún vecino ha visto o sentido nada es porque nadie
ha pasado por la zona a aquellas horas o que alguien vio algo y está
mintiendo. Lamentablemente no hay forma de sonsacar a nadie ese tipo
de información sino son acusados de algo, por lo que mi
investigación debe ir por otro lado.
Vuelvo
a la oficina para poner toda la información por escrito en mi
libreta y allí un par de compañeros me dicen que no pierda el
tiempo, que si en una semana no tengo nada cerrarán el caso como
suicidio. No intento preguntar por qué piensan eso, pero a la
tercera persona que me lo comenta sí le pregunto. Es Javier, uno de
mis mejores amigos en el departamento..
-Eres
la tercera persona que me dice lo mismo. ¿Por qué siempre sucede
esto? ¿Acaso no hay ganas de investigar o es un tema de
estadísticas?
-Mira
Morales- comienza. En el trabajo todos me llaman por mi apellido, soy
el único con el que lo hacen. –Si quieres quedamos mañana en la
cafetería y te cuento lo que opino, no es algo que discutir en la
oficina.
No
insisto más puesto que su forma de decírmelo me hace pensar que hay
algo detrás que no conozco y que quizá no debería conocer. Una
especie de acuerdo mutuo para hacer las cosas de una determinada
manera que yo no he llegado a conocer y que nadie ha compartido
conmigo.
Desde
ese momento hasta que salgo de la oficina no puedo hacer otra cosa
más que pensar en el caso. ¿Merece la pena que lo investigue o no
valdrá de nada? Como no puedo esclarecer algo concreto hasta mañana
decido volver a casa y olvidarme de todo por un día. Javier me
contará su versión al día siguiente y entonces decidiré qué
hacer según la información que comparta conmigo. Lo que sí me hace
sospechar es que algo extraño sucede porque desde que llevo en el
oficio no he visto un informe de una investigación que terminase
como asesinato siendo todos los casos suicidios.
Una
vez termino de cenar me hago mi té de antes de dormir y enciendo la
televisión para matar el tiempo. La mayoría de la gente me dice que
tomar un té antes de dormir no es algo muy lógico y que hace que
luego me cueste conciliar el sueño, pero la verdad es que nunca he
tenido problemas. En el canal 1 siguen emitiendo una serie de
documentales acerca de cómo se vive en otros países. Hoy es
Francia, ayer fue Alemania. La verdad es que podrían echar siempre
el mismo documental y cambiar el nombre del país puesto que los
datos que ofrece son muy similares entre sí.
En
comparación con España los países que aparecen tienen un peor
sistema educativo, sanitario y peores puestos de trabajo, cuando no
la tasa de paro es muy elevada en comparación con la nuestra, que es
mínima. Las encuestas de satisfacción arrojan datos preocupantes
para sus gobiernos ya que grandes porcentajes de población se
encuentran insatisfechos y muchos contemplan la opción de emigrar.
Incluso la esperanza de vida es de unos diez años menor a la
nuestra. La conclusión es clara: en España vivimos mucho mejor que
en el resto del mundo.
En
el otro canal tampoco hay nada interesante, una película antigua
sobre unos militares que logran evitar un golpe de estado. Lo veo
durante unos minutos y luego me voy a la cama. Mañana será un día
muy largo.
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