UNA MIRADA
La miraba y parecía que el tiempo se detenía, era como si por un momento no hubiese nadie a mi alrededor, ni prisas, ni cosas por hacer, solo mirarla y disfrutar de sus ojos, de cómo miran, de cómo brillan y de lo profundos que son. Cuántas cosas maravillosas por descubrir tras esas pupilas, cuántas historias interesantes en esos labios.
Lo mejor de desear a alguien cuando no estás con esa persona o sabes que siente lo mismo por ti es esa sensación de que todo es posible, de que puedes llegar a saber qué se oculta tras su mirada y qué historias contarán sus labios, esa sensación de que cuando te sonríe eres la persona más feliz del mundo, de que no hay prisas por saber si te correspondería porque de alguna manera ya está contigo, ya no necesitas más a pesar de saber que te estás perdiendo un mundo infinito de posibilidades.
La miraba y era feliz, no necesitaba más aunque deseara más.
Precioso
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